miércoles, 23 de septiembre de 2009

El beso


Con un beso en la boca se forman sustancias que estimulan la producción de hormonas y se activan las células. El corazón palpita incrementando las aspiraciones respiratorias que activan el flujo sanguíneo y a la vez se inflama una parte de la mucosa nasal, lo que potencia la capacidad olfativa.

Los labios se sienten algo más calientes por haber mayor afluencia de sangre. Todo esto es una clara preparación del cuerpo para el acto sexual. Pero, aunque del acto sexual no llegue a ocurrir, el beso será una reacción útil que beneficia al organismo al estimular toda una serie de funciones corporales. De manera que el beso, este sencillo acto de relación humana, es más importante y complejo de lo que a primera vista parece”, comenta Christiane Noetzlin en el libro El beso.

La actividad tiroidea se acrecienta y el pulso pasa de 75 a 150 pulsaciones por minuto. Al final de un beso apasionado una pareja habrá quemado alrededor de 12 calorías y habrán estado en contacto con más de 250 bacterias- (que si se piensa bien … ¡ poco importan!).

El cerebro amoroso fabrica endorfinas naturales contra el dolor que vuelven al sujeto más receptivo al estímulo del placer. “Los amantes sienten una euforia que disminuye sus necesidades vitales como sueño y nutrición. Sin embargo su cerebro se acostumbra a ese baño de endorfinas y para experimentar el mismo placer y la misma plenitud exige dosis cada vez más importantes de besos, pues la boca es imán de inmensos deseos que suscita un juego de cientos de sensaciones olfativas, sensitivas y gustativas.

Por otra parte, “ el beso es el único de todos los actos en los que se utilizan los cinco sentidos al mismo tiempo: Lo cenestésico, lo auditivo – porque el sonido del beso tiene un erotismo en si mismo- , lo gustativo, lo olfativo y lo visual, porque besar con los ojos abiertos o cerrados nos lleva a dimensiones totalmente distintas” , afirma el psicólogo norteamericano David Coleman autor del libro Inteligencia emocional que ha estudiado el comportamiento humano respecto al beso.

El beso con los ojos cerrados- continúa Coleman- nos lleva a una dimensión interna de sensaciones que para muchos hombres es difícil contactar, por eso hay muchos hombres que besan con los ojos abiertos.

Indescriptible, mágico e indescifrable , el beso nos hace entrar a una dimensión que ninguna palabra puede describir; aunque algunos como el gran Pablo Neruda alcanzara a afirmar : “ Por un beso sabrás todo lo que he callado”.

domingo, 20 de septiembre de 2009

El cuerpo del otro


Cuerpo. todo pensamiento, toda emoción, todo interés
sucitados en el sujeto amoroso por el cuerpo amado.

veía todo su rostro, su cuerpo, fríamente: sus pestañas,
la uña de su pulgar, la finura de sus cejas, de sus labios,
el esmalte de sus ojos, un toque de belleza, una manera
de extender los dedos al fumar; estaba fascinado -no
siendo la fascinación, en suma, más que el extremo del
desapego- por esta suerte de figurín coloreado, porcelanizado,
vitrificado, en el que podía leer, sin comprender nada,
la causa de mi deseo


Roland Barthes, "fragmentos de un discurso amoroso"